LA HISTORIA DE LA SILLA ACAPULCO, UN DISEñO POPULAR MEXICANO CONVERTIDO EN ICONO

Solo mirarla nos transporta a la playa, al sol y al aire libre. Con la llegada del buen tiempo este clásico de la decoración se prodiga en terrazas y jardines. Su forma de pera es perfectamente ergonómica, y por eso esta pieza editada por la empresa mexicana Innit Designs es una de las favoritas del mundo entero para descansar en el exterior, aunque que también tiene su espacio dentro de casa, porque es un mueble in & out siempre de moda.

La silla se encuentra a medio camino entre pieza de exterior y de interior y ahí reside su versatilidad. Tanto en la terraza como en el salón o el dormitorio, es perfecta para dar una nota de color. Su diseño consta de una estructura metálica con un cuerpo trenzado a mano que suele ser acero galvanizado con pintura anticorrosiva o aluminio, y que es asiento y respaldo al mismo tiempo que le confiere resistencia y flexibilidad al mismo tiempo.

¿Por qué se llama Acapulco?

Su diseño que no pasa de moda se remonta a la década de los años 50 en México y fue ideado según una antigua técnica maya de trenzado con hilos de plástico que permiten descansar de manera cómoda y fresca. La silla está tan vinculada a este país que casi forma parte del paisaje. Se dice que fue un turista francés quien lo diseñó cuando en un viaje a Acapulco (de ahí su nombre también), al darse cuenta de que las sillas de la playa estaban demasiado calientes para sentarse. Por eso ideó un modelo más apropiado, inspirado en las tradicionales hamacas mayas, que soportase mejor el sol. La separación de los cables hace que el aire circule y no se caliente, por eso es perfecta para el exterior. La silla que hoy conocemos como Acapulco acabó convirtiéndose en un básico del diseño que llegó a museos, tiendas y escaparates de medio mundo que abrazaron la tendencia y convirtieron este modelo en un objeto de culto. 

Un toque de color para jugar

Esta pieza es perfecta para poner un toque de color a casa, ya que está disponible en una gran variedad de tonos, desde pastel a otras más naturales que imitan la fibra vegetal, colores vivos e intensos, los clásicos negro y blanco y versiones flúor. Su amplio catálogo permite jugar y lanzarse a combinar los colores entre sí o añadir solo una silla a un conjunto de muebles de exterior más convencionales, destacarla como pieza única junto a la piscina o usarla para delimitar el rincón de lectura en el salón.

Las medidas del sillón Acapulco

Tiene una estructura bastante ligera y se fabrica en diversos tamaños.  El original tiene un largo de 95 cm x 72 cm de ancho y una altura total de 90 cm, aunque existen versiones mini (67 x 61 cm) pensadas para que los más pequeños (de 4 12 años) también puedan disfrutar de un asiento icónico. 

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